Carlos Miranda, el abuelo de Katya Miranda, fue absuelto esta tarde junto a otros cinco imputados por el delito de secuestro de su nieta, ocurrido en abril de 1999.
El abuelo de la niña asesinada (delito del que fue acusado pero que no se le pudo comprobar) fue condenado el 16 de marzo de 2011 por el secuestro de su nieta en la playa "Los Blancos" del departamento de La Paz, pero este miércoles ha recobrado su libertad.
El abogado de Carlos MIranda, Luis Peña, fue quien dio la noticia esta tarde sobre la absolución de su cliente, corroborando que la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia absolvió al imputado de secuestro.
Miranda purgaba una condena de 13 años de prisión, pena que fue impuesta por el juzgado de Sentencia de Zacatecoluca. El delito que lo llevó a la cárcel fue de secuestro agravado imperfecto (no consumado).
Junto a Miranda fueron condenados a 8 años y diez meses Luis Alonso López, Juan Francisco Rosales, Alejandro Cañénguez, Santos Ricardo Soriano y Nicolás Martínez Roque.
Los magistrados propietarios de la Sala de lo Penal se recusaron del caso tras ser demandados. Los magistrados suplentes son Ricardo Zamora, Ramón García y Juan Antonio Durán, quienes absolvieron a los condenados.
La madre de la niña, Hilda Jiménez, dijo a Noticiero Hechos que la justicia salvadoreña nuevamente le ha fallado a su hija y agregó que "no puedo creer que dejen en libertad al asesino y violador de mi niña".
Carlos Miranda -el exsuegro-, en cambio expresó al dejar el penal de San Vicente, en donde se encontraba purgando la pena, que "se hizo justicia" .
Procurador lamentó que haya prevalecido impunidad
El procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, David Morales, reaccionó en torno al caso y manifestó que el juicio principal por el delito de homicidio de la niña Katya estuviera viciado por las actuaciones de las autoridades de la época.
De igual manera, se comprometió a verificar si hubo afectaciones al debido proceso en la sentencia absolutoria emitida hoy por la Sala y dijo que iba a evaluar el documento.
“Recordemos que algunos de los familiares implicados tenían nexos con las autoridades de seguridad”, recordó el funcionario.
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