27.9.13

No ha sido fácil

Palabras de nuestro colaborador, primo y amado pariente para todos los que le amamos:

Buenos Días a todos :

No me ha sido fácil el tener que estar al tanto de lasituación, ni aún con la ayuda del hijo mayor de Teresa que hoy tiene 42 años y le conocí cuando tenía 23 años y desdeentonces me aceptó como si yo fuese su verdadero padre.Latensión era horrible y el stress cortaba aquél silencio en la sala de espera tanto para él como para mi.Me decía : Todo va salir bien ,
pero sus ojitos azules se le llenaban de lágrimas que nopodía contener, y yo en mi franciscana paz le tocaba la mano y le decía : pero el enfermero eres tu, y muchas veces te ha tocado decirle a la familia de algún enfermo una horrible noticia, no se quiebre tu espíritu porque me hace daño. Y lo abrazaba y me ponía su cabeza en mi pecho y se que lloraba en silencio.

Teresa como toda mujer de experiencias sentía la muerte cerca y me decía : " no se porque, pero siento un poco de miedo " y mi respuesta era : " donde termina el conocimiento del hombre, empieza la gracia de Dios ".

el Doctor Alexander Wynn vino a mi y aunque Michael lo esperaba afuera del quirófano, ambos no decían una palabra. Su respuesta fue : 
" las primeras 24/72 horas son las más críticas, si Teresa pasa ese límite
tenemos Teresa para el rato".
Ayer a las 3 de la tarde salió de recuperación y después de controlarle el dolor, le mandaron a casa.
Me tomó casi dos horas y algo manejar a 40 kms. por hora en una carretera donde el mínimo de velocidad es 40 y el máximoes 70-80 kilómetros por hora, porque le dije  que no iba a correr y venía deteniéndome en el camino para darle lugar a que descansara, moviera un poco las piernas y cambiara deposición en el asiento. Tiene una cortada como si hubiese sido cesárea y al igual que el doctor, yo soy de la opiniónque no es el corte el peligroso, sino la recuperación.

Como ella descansa, duerme y estoy atento, hasta ayer podrédecir que realmente dormí, pues me levante hasta ahora que les escribo y les doy las buenas nuevas.
Hay un rayo de esperanza, y esperamos que se hizo el milagro. Claro está, sus oraciones, fe y propósito lograron su cometido.

Infinita gracias para todos y tengo una deuda moral con todos y cada uno de los que me han llamado, escrito en la red desde todas partes del orbe.

Un abrazo fraternal, un beso solidario y mi integerrimo amor filial.
Gracias familia, mis hermanos, mis sobrinos, sobrinas, mis primos, mis primas, mis Tías, mis Tíos, mis hijos, amigos, conocidos y demás.

De ustedes con todo mi corazón,

Giuseppe Wilfredo Castellano

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