9.5.12

Madre

Cuando mis ojos se abrieron

y me calmasteis el llanto,

me cubristeis con ! TE QUIERO !

en un beso y en un canto.



En mis noches infantiles

jugabas conmigo siempre,

y con tus ojos sutiles

me curaste muchas fiebres.



Me protegiste del golpe

en mis pininos andando,

y con paciencia enseñando

disciplina, letra y porte.



Me llevabas a la escuela,

me motivaste aprender.

Y a la luz de una candela

me enseñasteis a leer.



De un libro roto, tirado

promontorios de basura,

lo recogiste y guardado

me mostrabas las figuras.



Viejas fotos ilustradas

de aquél libro que aunque viejo,

me enseñasteis el consejo,

de situaciones pasadas.



Viejas civilizaciones,

de los griegos, de los mayas,

los romanos, las batallas,

de los reyes, las naciones.



De los cambios, los planetas,

de las flores, animales,

del agua, sus manantiales,

y de Dios y los mortales.



cuando tenía 10 años,

un telegrama llegó.

Mi mamá lo recibió

presintiendo algún quebranto.



Nadie en casa se encontraba,

ni vecinos que llamar.

De la escuela regresaba

y vi a mi madre llorar.



La angustia nos dominó.

Ella me dio el telegrama,

pregunté que fue ? o pasó?,

leí que murió la Nana.



Y descubrí sin querer

que durante esos 6 años,

aquella noble mujer

no sabía ni leer.



Pero haciendo mi deber,

mis tareas, y proyectos.

Mi madre con noble gesto

me forzaba en aprender.



! Y no sabía leer !.

! Qué madre !, ! cuanta sapiencia !,

el hacer en mi conciencia,

que educarme es un placer.



A mi madre, a mi ROSA,

a mi JOSEFINA hermosa,

a mis abuelas preciosas,

mis hijas, y a mi mujer.



A mis Tías, a mis primas,

mis sobrinas, a mis nietas,

mis nueras y en la propuesta;

a toda MADRE en su bien.



Un día se hace muy corto

para expresar el fervor

de una MADRE, su candor,

y de su infinito AMOR.



GIUSEPPE WILFREDO CASTELLANO

el cipote 007

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