26.10.11

Entrevista de Lafitte a Leonardo Heredia



Lafitte Fernández: ¿Leonardo tú le temes a Dios?


No

Leonardo Heredia: ¿Por qué?

Por soberbia no. No le temo porque lo conozco

¿Y cómo conoces a Dios?

Lo conocí personalmente


Perdoname pero…

A mí me dio una trombosis cerebral en Costa Rica. Clínicamente estuve muerto. En cuidados intensivos me dieron por muerto. Ya no tenía ni pulso. El corazón no funcionaba. Estuve en un trance y fue en ese momento cuando vi a Dios. Por eso no temo morirme, ni le tengo miedo a Dios.



¿Y cómo es Dios?

Es una cantidad espantosa de luz. Es una luz que no enceguece. No molesta a la vida. Es como si estuviéramos dentro de una lámpara de neón.



¿Sentiste felicidad, en ese momento?

En ese momento yo estaba peleado con Dios. Históricamente había sido ateo. Yo no quería morirme, pero sabía que estaba muerto. Que estaba con Dios. Le dije que quería regresar. Él me dijo que no podía. Entonces le dije que, aunque no quisiera, yo regresaría. Y regresé.



¿Por qué querías regresar?

Porque estaba enamorado de una costarricense.



¿Crees que sos un ícono salvadoreño?

Eso es halagador, pero no me considero un ícono. Una vez me pidieron fotografías de todos los hechos en que he participado. Al productor de televisión le dije que no tenía fotos. Eso le extrañó. Le respondí que nunca creí que estuviera haciendo algo importante. Algo que debía gastarse en una fotografía. Me extraña que la gente me vea como un ícono. ¿Ícono de qué? Cuando se tienen demonios y se tiene miedo, es injusto presumir de ícono. ¿Qué le puedo dejar yo a las futuras generaciones si sé la clase de demonio que llevo adentro?.



¿Y cuáles son tus demonios?

Un día hice la lista y son los siete pecados capitales.



¿Has violado todos los diez mandamientos?

Los mandamientos son las cienmillonésima parte de las leyes de Dios. Los mandamientos es lo más chiche de cumplir. Lo que es cabrón son las otras leyes de Dios: las de la naturaleza y las leyes del universo. Lo que es terrible, por ejemplo, es violar las leyes que Dios hizo para la naturaleza, como el hecho de que la nicotina es una sustancia química que al combinarse con la sangre produce tales efectos. Y yo las violo 40 veces al día.

¿Hay algo en tu vida de lo que te arrepientas?


No. Antes me arrepentía de no haber estudiado. De no ser el ingeniero que quise ser desde cipote. Pero, al final me recibií, con honores, de la universidad de la vida. Con el tiempo ví a mis condiscípulos titulados como ingenieros o doctores y me di cuenta que eran una bola de pendejos y que no valía la pena estudiar.



¿Qué balance se hace de la vida cuando se llega a los 72 años?

Que no valió la pena vivir



¿Por qué?

Porque no hiciste nada trascendente. La único importante de la vida es morirse. Ya la muerte no depende de ti. Ya no importa el futuro. Ahí tienes un infinito futuro de paz.



¿Crees en el determinismo?

No. Uno se construye su propia vida. No puedes echarle la culpa a nadie. Lo que hay que tratar de hacer es vivir en armonía con las leyes de la naturaleza. Hay que vivir integrado al macrocosmos.



Eso me suena a filosofía oriental

Es que tampoco estoy casado con la filosofía occidental. Y si filosofamos sobre eso, llegaremos a entender que la verdad es subjetiva, que no es absoluta.



¿No crees que, en el fondo, vale la pena vivir, a pesar de lo que pienses?

Sí valió la pena vivir para ver a mis hijas realizadas. En esa medida, cumplí mi misión y me puedo ir tranquilo al otro lado.

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