4.8.15

Las Paulinas Abandonadas

En una casita muy vieja y gastada, vive una ancianita muy abandonada. Con los pies descalzos, triste la mirada, ésta ancianita que no tiene nada, camina muy sola; y está angustiada.

Tiene mucha hambre y con mucho frío, busca en la basura, un pedazo en pan, descarnado hueso, unos vegetales. Quiere mitigarse con esa comida, dolores fatales; el mal que le causa tanto malestares. Y con la premura por el qué dirán, muy de madrugada la señora Luna, le alumbra y convida; a que sobreviva.

Sufre en el silencio que está abandonada, tuvo muchos hijos, pasiones pasadas. El marido es muerto, un perrito tuerto le hace compañía, y un pequeño huerto con solo semillas. Sin embargo, lleva ya cargando tiempos, una cruz pesada de horribles recuerdos. Y de aquellos hijos que les dio la vida, ni uno tan sola recuerda que es viva.

.- "Y yo que les hice?" se pregunta altiva,.-" porqué me hacen esto?", llueven las preguntas y viene el protesto. Les di lo que había y más todavía, di mis energías, mi amor cada día, y aún así; de noche cubría mi melancolía.

De los hijos dicen, que están por doquiera.  Unos en España, Canadá o las Vegas. Y aquella ancianita se sienta a la puerta, espera y espera; tiene la esperanza de que alguien la viera.
De los hijos dicen, se fueron al Norte. Llenos de ilusiones, proyectos fallidos, buscando su suerte; encuentran la muerte. Y aquella ancianita que llora y no grita, sentada a la puerta del casucho viejo, paredes maltrechas,
destruido techo; su mente divaga en noches de luna. El Sol la despierta, le vuelve la hambruna.

Ni una sola mano se digna a servirla, y siendo Cristianos, solamente oramos, pero no actuamos. Aunque todos saben, nunca hacemos nada, pero a la distancia; le ofrecen la ayuda. En público anuncio de diarios locales, tocan a la anciana, la abrazan, la besan, le entregan presentes, y estos delincuentes son tales por cuales;
! qué hipócritas somos !, sin gestos morales.

Y de aquellos hijos que nacieran tantos, ni uno tan solo consuela su llanto. Buscando un idilio, una ilusión,
sueñan lo imposible. Lo sueñan en vano, y ese sueño loco se vuelve obsesión. Uno a uno andando, van abandonando, su madre, su tierra, sus sueños de tantos. Y lo más risible, lo más inhumano, que solo durmiendo ven sus soluciones, sus sueños perdidos, sus sueños mundanos, quizás tenga un nombre;
SUEÑO AMERICANO.

Y aquella ancianita de los pies descalzos, va tocando puertas con los pies sangrando. Vestido raído ya casi gastado sin color ni estilo, pues lo lava diario, pero arregladita. Su Filosofía, su orgullo en mujer, dice qué ser
pobre lo lleva en su ser, pero los olores del cuerpo mundano, esa porquería, esa situación, le encuentra remedio y la solución, la quita de en medio; con agua y jabón. Sus manos bien limpias huelen a limón, su cara bonita aunque lleva arrugas, denota belleza, denota hermosura.

Mendiga, suplica al borde del llanto, que alguien se le apiade, que ha sufrido tanto. No pide dinero, ni pide comida. Suplica bien bajo que le den trabajo, .- "le cuido la casa ",.- "le hago los mandados ", .- " le barro ", 
.- " cocino ", .-" y le lavo el carro ". Tendrá sus Ochenta oh tal vez Noventa, no tiene cumple años, ya perdió la cuenta. No sabe leer, conoce el dinero. Junta Diez granitos frijól o maíz, piedritas del río y hace los montones; y de monto en monto hace las fracciones.

.- " Tengo Diez frijoles ", .- "y cuento Diez huevos ", .- " tengo Diez piedritas ", .- " y cuento de nuevo ".
.- " Del pecho a la mano una yarda tengo", .- " y en linea recta guardo el equilibrio, sumo la distancia, 
y se cuanto tengo". 

Cuando mira al cielo que pasa un avión, sonríe contenta, se sienta a la puerta llena de emoción. Viene un hijo ausente,viene a visitarme, vienen a buscarme; vienen por su madre. Se termina el día y hace tarde, 
la espera se alarga, y el alma se parte. Un vecino humilde lleno de piedad, la metió en su casa cruzando la
calle donde antes vivía, y el casucho viejo donde antes estaba, lo visita a diario, por si alguien regresa, no quiere estar lejos; comenta Don Mario.

Llora ilusionada y su cara marchita de linda vejez, lágrimas enjutas le lavan la cara, limpia con sus manos
esa desventura, y comienza el día de dura jornada hasta que la lleve a la sepultura.
Besa una silueta de fotografía, se ven varios niños. Hay unos desnudos y poco nutridos,  las niñas mas grandes tienen su vestido. Y ella la cuida la fotografía, cual diamante en bruto, cual perla perdida.

Sube los peldaños, sube cada día, llueva todo el año, o al calor me envuelvo; sube los peldaños del templo del pueblo. Y aquella ancianita de triste mirada, se abraza a un Cristo de la cruz colgada. Está descarnado, y está clavado, le besa los pies, y besa la cruz, le pide, suplica; le llama JESÚS.

Continuará.......................cualquier semejanza con personas vivas o muertas es pura coincidencia. En esencia, tiene algo de verdad esta narrativa popular.

Sin cera mente, 
     Xatruch Castellano

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