14.2.14

EN EL DÍA DEL AMOR

Quiero aclarar por favor,
que el amor no tiene día.
Cuando te llega te da,
se acumula de emociones.

Entre manifestaciones
tiene mucho que decir,
te delata, te enloquece,
te hace llorar y reír.

Todo te parece lindo,
el amanecer del alba.
El trinar de un pajarito,
cantas sin tener atino,
Te sientes flotar divino
y el corazón late en vilo.

Te preocupas como luces,
cuentas las horas, los días.
No sabes lo que querías,
el aire te falta un poco.

Le llamas todos los días,
le buscas en todas partes.
Y ese amor va que te arde,
te ilusionas por las tardes.

Cantas por toda la casa
tu madre no te lo cree,
que será lo que le pasa?,
alguien sabe?, ! yo no se !.

Una cosa que no entiendo
y me puede enloquecer,
es amor?, o es pasión?.

Porque si es carne que buscas,
dos de tajo, una de hueso,
hacer sopa en aderezo;
y arregla su situación.

Dentro de la creación
hablo del reino animal,
el delfín en la cuestión
igual que el hombre en procrear.

Son viriles todo el año,
con la excepción del cetáceo.
que le es fiel desde el hogaño,
hasta lo ultimo de antaño;
y a su hembra ama despacio.

En el hombre lo contrario
busca en aparearse pronto,
miente en un romance tonto
se considera gregario.

Hace de su juventud
un derroche de ilusiones,
y llega la senectud
con recuerdos, situaciones.

Cierto amigo me decía :
mis hijos no los pedí,
llegaron por lo que hacia,
y yo solo me perdí.

No comparto su criterio
mas respeto tu opinión,
los hijos son bendición
de un amor que será eterno.

En el día del amor
aunque es mercantilismo,
que re surja la pasión
con la persona fervor,

aunque es lo mismo y trillado
dígale cuanto le quiere,
en especial las mujeres
y el hombre que esté a su lado.

Y si ese amor está ausente
por los trabajos frecuentes,
o porque Dios le ha llamado,
no piense que se ha marchado;
sigue en ese corazón,
 en su mente y en el pasado.

De mi familia el entorno
con sus mujeres divinas,
mi amor, mi abrazo retorno,
antes que el día termina.

A los hombres mis ancestros
un saludo sempiterno,
y a los amigos dispuestos;
que en el recuerdo les tengo.

Giuseppe Wilfredo Castellano

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