Publicado en: La Página
Andrés Castro es un joven poeta de 24 años que acaba de publicar su tercer libro en Guatemala, titulado “Borderline”, un poemario que cambia composiciones grandilocuentes en favor de la prosa sencilla para contar intimidades de la vida hogareña del autor y su visión particular de lo que representa ser joven en nuestros días.
“Borderline es una bitácora de una vida diaria dispersa, sin orden fijo. Por muy banal que suene, hay un poema sobre el robo de mi carro, pues es, para bien o mal, un evento importante para una persona normal”, dijo Castro.
Dentro del libro se pueden encontrar poemas del día a día con su hijo, personaje central y recurrente, y su pareja, Delia, a quien considera como su “primera lectora”. Sus padres, sin embargo, no compartían su gusto por las letras cuando Castro comenzó a escribir, ya que muchos de sus poemas se centraban en problemas de su vida familiar y eran vistos como muestras de resentimiento. Ahora, sin embargo, el poeta confiesa que su padre ha sido uno de los que más lo ha apoyado en sus giras de presentación para este poemario.
No sería la primera vez que Castro publica en el extranjero, ya que su primer libro se estrenó en Chile en 2010. La razón de esto es, según Castro, porque las opciones de publicación en el país son escasas. “No hay una editorial seria y constante que trabaje con libros tradicionales, mucho menos con la poesía”, afirmó.
Otra de las ventajas de publicar en otro país, explica, es que tienen una red de promoción de la literatura más desarrollada que en El Salvador. Comenta que sin hacer mucha pompa, gente que no lo conocía llegó a la presentación de su libro ya que le llegó la información del evento, y que así logró vender ejemplares.
“En el extranjero hay más opciones para los que quieren escuchar, leer, comprar y publicar poesía. Hay editoriales tanto para autores reconocidos como los que recién empiezan”, contó Castro.
Este joven escritor opina que debería haber una editorial dedicada a promocionar libros para darle oportunidad a poetas y autores emergentes. Sin embargo, considera que en el país vale más la venta segura que arriesgarse por alguien que apenas comienza.
Castro admite que pocos pueden vivir de lo que escriben. Mientras tanto, él da clases, sigue con sus estudios de sicología y es padre de familia, asegurando que lo importante es que la gente se lleve una buena sensación de lo que ha leído.
“Nunca ha sido mi pretensión vivir de la poesía, sino que la gente se lleve mis poemas, los lea y sonría. Podría hasta regalar mis libros con tal de saber que alguien los va a disfrutar”, puntualizó Castro.
Los escritos de Andrés Castro han sido incluidos en antologías publicadas en Uruguay, Brasil y México, y ha representado a El Salvador en la 2da. Cumbre Latinoamericana de Poetas en Rancagua, Chile, en 2010.
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