18.4.13

Sindicato consigue la salida del director de la editorial del Estado

Róger Lindo  continuará con los esfuerzos de la DPI en la publicación de textos de autores salvadoreños, con énfasis en los escritores jóvenes.
Por: María Luz Nóchez para El Faro

Luego de casi un mes de paralización de labores en la editorial del Estado, las negociaciones con los miembros del Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (Sitrasec) fueron aderezadas este miércoles con la salida de Róger Lindo de la Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI). La separación, que según Lindo es producto de una renuncia, para los sindicalistas es una destitución, y se produjo 14 meses después de que la Secretaría de Cultura, entonces dirigida por Héctor Samour, repatriara al escritor desde Los Ángeles para que tomara las riendas de la institución.


Esta es la tercera ocasión en la que la institución se queda acéfala desde que se creó la Secretaría de Cultura en julio de 2009. A Lindo lo precedieron en el cargo el escritor Otoniel Guevara, quien renunció en 2010 luego de que el presidente Mauricio Funes destituyera a Breni Cuenca siete meses después de haberla nombrado como Secretaria de Cultura, y Carlos Serpas, quien fuera destituido en agosto de 2011 por “anomalías y decisiones inconsultas”. Serpas duró 16 meses en el cargo. 
Los roces entre esta tercera gestión y el sindicato datan, según Evelyn Aguilar, secretaria de asuntos legales del sindicato, de septiembre del año pasado. Desde entonces hasta la fecha, los empleados realizaron una serie de denuncias de forma oral ante la gerente administrativa de Secultura, María Isabel Rivas, alegando acoso laboral de parte de la dirección. Por acoso laboral, Aguilar explicó que se refieren a un afán constante de parte de las jefaturas por controlar las salidas en horario laboral que los miembros del sindicato realizaban, e intentos de traslado de puestos de trabajo sin justificación. “A una de las colectoras la gerente de ventas quiso despedirla porque decía que era incapaz, y la compañera ya tiene más de 10 años de desempeñarse en el cargo”, dijo.
Los encontronazos entre sindicalistas y jefaturas de la DPI se mantuvieron al margen de los medios durante seis meses, y fue hasta el 18 de marzo cuando los trabajadores decidieron ocupar las instalaciones y pedir la destitución del director y de las gerencias administrativa y de ventas, encabezadas por Carolina Acevedo y Janet Lemus, respectivamente. Esta vez acusaban a las jefaturas de desconocer sobre administración pública y del funcionamiento de la DPI, y de estancar la producción de libros.
Con ocasión del paro indefinido de actividades de la editorial, la Secretaría de Cultura emitió un comunicado el martes 9 de abril en el que explicaba el proceso de diálogo que se había establecido con los miembros del sindicato, en el que reconocen que hubo “fallas en la comunicación y problemas de actitud en las relaciones laborales en la DPI”. En el mismo texto, hay una clara intención de la secretaria, Magdalena Granadino, por aclarar que la situación generada al interior de la institución es responsabilidad del titular, ya que desde que ella asumió en febrero de 2012 había ordenado a sus directores que se realizaran reuniones semanales con todos los niveles, a fin de garantizar la eficiencia y fomentar el trabajo en equipo.
Este lunes 15 por la tarde, casi un mes después del cierre de las instalaciones, las negociaciones entre los sindicalistas y Granadino concluyeron con el restablecimiento de labores luego de que en una reunión la funcionaria les confirmara la salida de Lindo de la institución, según declaró la secretaria de asuntos legales del sindicato. A cambio, el Sitrasec se comprometió únicamente a realizar de manera formal la solicitud de permisos para ausentarse a través del sistema de formularios que establece el reglamento interno de la institución.
“Ella reconoció todo”, dijo Aguilar a este periódico sobre las demandas y reclamos que hicieron en contra del ahora exdirector. Cuando El Faro le cuestionó sobre la fama que persigue a los sindicatos de minimizar la eficiencia de las instituciones, esta contestó que hay trabajadores que tienen más de 30 años de trabajar para la institución: “Somos responsables y sabemos lo que hacemos”. Agregó que espera que esta vez nombren a alguien al frente de la institución que tenga experiencia en el área administrativa, ya que considera que los escritores “por estar en su mundo se descuidan de las necesidades de los trabajadores".
Al frente de la DPI ahora quedan el coordinador editorial, Eric Lemus, y la gerente de ventas, Janet Lemus. Las pretensiones iniciales de los trabajadores eran que se nombrara de forma interina como director a uno de los miembros del sindicato, pues son los que conocen el trabajo de la editorial que, según ellos, no lo puede hacer cualquiera. "Hemos hecho estadísticas, y el promedio que dura aquí un director son 14 meses", dijo Aguilar. Es precisamente esa cantidad de meses la que queda para concluir la administración bajo el actual gobierno.  
Lindo no ha querido pronunciarse al respecto, solamente aclaró a El Faro vía mensaje de texto que renunció la semana pasada y que aún no ha definido si se quedará en el país o regresará a Los Ángeles, California, ciudad en la que vivió por más de 20 años antes de incorporarse a las filas de la Secretaría de Cultura. En su semana de estreno como director de la editorial, el escritor dijo en una entrevista a El Faro "Todavía hay muchas cosas que desatascar para que la maquinaria funcione bien", aseguró que vislumbraba al sindicato como un apoyo más que como un obstáculo, y que había una sintonía común entre los trabajadores para llevar a cabo los planes que se había trazado. “Desde que vine se me están abriendo las puertas. Yo no he sentido que tenga que estar luchando, más bien siento que debo seguir el paso”. Dos meses depués fueron despedidos el gerente de mercadeo y ventas, y el gerente editorial por decisión de la Secretaria de cultura quien explicó vía comunicado que esos cambios correspondían al objetivo de "mejorar los procesos y llevar a feliz término los proyectos a favor de la población". Durante la gestión de Lindo, la DPI publicó siete obras literarias. 
Con la confirmación de Lindo y la del sindicato, El Faro intentó obtener en horas de la mañana la versión de la Secultura. Sin embargo, la gerente de comunicaciones de la institución, Nohemy Navas, dijo no estar enterada de la situación, pero que indagaría al respecto. Por la tarde, Navas contestó nuestra llamada para decir que estaba en una reunión y que llamaría luego. Hasta el cierre de esta nota no hubo llamada ni un pronunciamiento oficial.
La DPI fue fundada el 15 de enero de 1953 como Departamento Editorial del Ministerio de Cultura, dirigido por Reynaldo Galindo Pohl, ministro en aquel entonces. Para septiembre de ese mismo año el escritor Hugo Lindo, primer cabeza de la institución, le trasladó el departamento al también escritor Ricardo Trigueros de León, quien estuvo al frente hasta 1965.
La editorial estatal sobrevivió a la desaparición del Ministerio de Cultura en los años 60 y en 1991 fue adscrita al Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (Concultura). Desde 2009 forma parte de la Secretaría de Cultura de la presidencia, creada por el gobierno de Mauricio Funes. De la DPI dependen la Red de Bibliotecas Públicas y la Biblioteca Nacional. 

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