11.4.12

Un hombre hambriento de amor 008

Dicen qué : " no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista ".
Esa madrugada, después de oír temerariamente qué el otro hermano menor ahora en sus 16 años, quería ejercer sus derechos y mitigar sus instinto apetito sexual y quien mejor que su vecino de cuarto que estaría a su merced las 24 horas, los 7 de la semana, todo el año. Nuestro niño hambriento de amor se levantó muy sigilosamente, amparado en la oscuridad de la noche. Sacó su mochila escolar, un par de tenis extra, un suéter, dos camisas, dos calzoncillos, un par de calcetines gruesos de lana para soportar el frío, parece ser que emprendería una larga caminata.

Salió de aquella casa donde había llegado hacia 5 años atrás, dejó la familia que creía era suya también, ni se despidió de su padre biológico. Para qué?, si lo que menos habia sido para este niño hambriento de amor era desempeñar su papel de padre. El niño, corrió a la carretera principal rogando a todos los santos que nadie de la colonia lo fuese a ver y le dijera a su papá que lo habían visto caminando por la avenida principal.
Llevaba como meta poder llegar a casa de sus abuelos paternos y de una vez por todas le contaría la cadena de abusos morales, sicológicos, físicos, y mentales a los que había sido sometido todo estos años.
Demás estaba decirlo, pero sabía muy bien que no podía permitir un abuso más tal y como lo había sentenciado el hermanito menor ahora de 16 años, y que él en sus 11 años de edad no podría competir y no lo dejaría tranquilo hasta que lo hiciese su esclavo sexual, tal y como lo había venido haciendo el hermano mayor ahora en la Universidad.

El recuerdo lo asaltaba, las lágrimas brotaban por si solas en su carita inocente, y la rabia le hacía sangrar el labio posterior que a base de hacer presión con los dientes, en sus noches de frustración y soledad, se infringía él mismo, heridas corto-punzantes con lo que encontrara, muchas veces era un clavo que se vió tirado por allí, la rasuradora desechable que su papá acaba de tirar a la basura y reemplazarla por una nueva.

Darte de topes contra la pared de cualquier muro colindante en los alrededores de la escuela, el parque local o incluso un poste de la luz; todo ello con tal de hacerse daño, porque era tanto su dolor que la única manera de aliviar su pena era causándose dolor. Tenía hematomas por todo el cuerpo, algunas veces se aprisionaba los dedos de las manos en cualquier ranura o puerta abierta, se ponía a darle de patadas a cualquier roca firme, se metía en cualquier posa y contenía la respiración quizás con la esperanza de que sus pulmones o su jovencito corazón le provocara un soponcio y una muerte inmediata.

Caminó mucho, entre la maleza, por arboledas, en parajes solitarios hasta que el cansancio lo dominó y cayó rendido en cualquier hondonada. Para ese entonces, ya se había notado su desaparición, pues el hermano menor al despertarse y ver la cama vacía, buscó su presa por todo la casa, el patio-jardín, los alrededores y después de descubrir que su presa se había escapado; dio la voz de alarma.

En algunos países de tercer mundo, cuando un menor se va de su casa, la mayoría de las veces no lo buscan. Es mas, dan gracias a Dios que se fue, pues eran muchos en aquella familia y alimentarlos a todos era una odisea.
Muchos menores buscan en la calle, las malas compañías y una que otra influencia, la falta de un ser querido, bien podría sera la madre, el padre o alguno de sus abuelos.

Digo yo, quién sería el osado de clasificar la necesidad de nuestros países en niveles y por capitación al decir que hay países de Primer Mundo, otros de Segundo Mundo, los de Tercera, Cuarta , Quinta y demás degradación demográfica.
Volviendo a nuestro niño hambriento de amor, las primeras gotas de una lluvia vespertina lo regresó a la realidad de donde estaba. A lo lejos oía voces y ruido de automotores, corrió hacia donde provenía tal rumor y...
! Oh Señor !, ! Que desilusión !, había estado caminando en círculos. Jamás salió de la colonia y jamás llegó a ninguna parte. Como el hambre es motivador y desperará a cualquiera, no tuvo otra alternativa que regresar a la casa, su madrastra lo recibió con júbilo, no digamos el hermano menor que lo rodeó de abrazos, sonrisas y miradas de lujuria. La señora llamó a su esposo y padre biológico de nuestro niño hambriento de amor y le dio la noticia de que había aparecido DIEGUITO(nombre ficticio)(con el ánimo de proteger inocentes), el padre llegó, abrazó a su hijo que para ese entonces comía, no se hicieron preguntas de rigor, no amenazas de disciplina, temor y llanto; lo mandaron al cuarto compartido con el hermano menor que por cierto en ese momento se daba una ducha al ocaso de la tarde y entró en la habitación donde el menor descansaba o meditaba o quizás lloraba levemente, mientras el hermano menor cubierto con una toalla de colores varios, se le acercó maliciosamente y susurrando al oído algo malévolo hizo que el menor saltara de la cama, le agarrara la toalla y los genitales y no lo soltó aunque le diera de golpes y empellones. Se le colgó de todo el miembro viril masculino y se apoderó de tal órgano como quien está en alta mar y sabe que si deja ir el salva vida se va hundir en la mar-océano.

El adolescente de 16 años no podía dar crédito a lo que le sucedía, los empellones eran fuertes, le estaba provocando daño en el escroto, el vello púbico, el pene, los glúteos y en la mirada de DIEGUITO solo había una finalidad; VENGANZA. A los gritos del hermano menor que lo llamaremos LUIS(no es su verdadero nombre), los padres, digo la madrastra y el papá de DIEGUITO, llegaron a la habitación y vieron aquél cuadro, el adolescente desnudo con sus genitales en las manos de DIEGUITO, ambos forcejeaban y allí si surgieron las preguntas y vinieron las explicaciones.......

.- yo regresaba de darme una ducha....comienza el adolescente y .-.....me cubrí con una toalla para irme al cuarto y cambiarme mi ropa de dormir cuando éste.... señalando a DIEGUITO , .- sin ninguna contemplación, razón o motivo, se me abalanzó sobre mi, me jaló la toalla y se posesionó de mis partes íntimas. Se hizo un silencio y los 3 se dirigieron la mirada entre y esperaban que iba a decir DIEGUITO en su defensa. El niño tomo una bocanada de aire, respiró profundo como diciendo al toro por los cuernos y esto fue lo que dijo :

.- Desde que llegué a esta casa de ello hace 5 años, no hubo noche que MARIO(nombre ficticio) que ahora estaba en la Universidad, no me tocara atrás, me mostrara su pipí, me lo pusiera en la boca, me forzara a que se lo chupara, me pegaba si no se lo tocaba no digamos si no me dejaba meter esa cosa gruesa y grande, enorme que él tiene dentro de mi culito y eso ha sido de todos los días, las noches, los fines de semana , lás salidas a los partidos de fútbol, las idas al río, cada vez que ustedes me dejaban solos con estos dos, porque resulta que ahora éste......y señalando a LUIS(nombre ficticio) ....me dijo ayer que ahora le tenía que hacer a él todo lo que le había venido haciendo a su hermano mayor MARIO.

! MENTIRA MAMÁ!, ! éste cipote está mintiendo !. Y acto seguido se abalanzó sobre DIEGUITO como forzándolo a callar pues se sentía descubierto en su malsano proceder. DIEGUITO se movió un tanto y esquivó el golpe que para ese entonces ya LUIS, se había vuelto a cubrir su desnudez con la toalla que estaba por el suelo. .- ! DICES QUE TODO LO QUE HE DICHO ES MENTIRA ?!, ....gritó de nuevo DIEGUITO,
.- pues escuchen esto : MARIO, tiene un lunar exactamente en la parte de arriba del tronco del pene, porque cuando me ha penetrado o me lo ha puesto el pene en la comisura de mis labios, se lo he visto, y para saber eso tengo que haber estado demasiado cerca para verle tal marca desde su nacimiento y que ahora se lo cubre el vello púbico que le ha salido desde que llegó a la pubertad. Además que entre la unión de los testículos y el ano, MARIO tiene una cicatriz que se la hizo montando a bicicleta cuando tenía como unos 8 años de edad y que ahora que era hombre el glúteo derecho cubierto de vellos, en esa parte del ano la cicatriz no está cubierta y se la pude ver bien claro cuando MARIO me puso las nalgas en la cara para que le besara el recto.

La madre de MARIO y LUIS pegó un grito y casi le ordenó a su marido que se llevara a su hijo de la casa porque le estaba haciendo mucho daño lo que decía. Tal vez porque dentro de su ser de madre, no quería aceptar que las señas particulares tan precisas dichas por DIEGUITO daban demasiado crédito a tanto proceder, o porque estaba esquivando un problema con su marido quien ahora se veía más confundido, pues el fantasma del pasado lo perseguía.

A LUIS, le ordenó su madre que empacara sus cosas porque de ahora en adelante se iría a vivir con su papá, quien desde que se divorció de su esposa, jamás ni nunca volvió a ver ni a MARIO ni a LUIS ni la hermana de ambos.

! QUE BIEN! dirá usted querido lector que me sigue en esta narrativa que aunque le parezca una novela chusca como las que pasan hoy en día en la televisión comercial con nombres tan sosos como : LAS TONTAS NO VAN AL CIELO o LA FEA MAS BELLA o cualquier otra babosada, esto que le he venido escribiendo como vaso de agua a sorbos y que me ha costado recopilar para difundirlo pues me he sentido motivado en hacerlo ya que soy de la opinión y así lo pienso que nuestro niño hambriento de amor merece un lugar en la historia y como a nadie le ha importado ni a nadie le ha interesado; me veo en la notoria situación de hacerlo parte de mi escrito. Sigue la situación en su momento más crucial para nuestro niño que ahora le puse un nombre ficticio para defender a los involucrados menores e inocentes en este problema emocional y de familia.

Sin cera mente, el cipote 007

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