Subsisten por la vida,
desdichados y errantes…
con lo único que poseen:
su propia piel y sus angustias…
De vez en cuando una tragedia, una tempestad
los borra por centenas
del mapa de esta nuestra Tierra.
Reapareciendo después
en pequeñas y perdidas notas
de un periódico local,
como una cifra redonda, fría y simple.
Al pasar de algunos días
no hace polvo la noticia
y su último suspiro se apagado.
Su historia se enterró,
en la selva del dinero y los negocios.
Poco tiempo después,
nuevas decenas de nuevos obreros
irrumpen sus empleos
bajo el imperio del capital,
y la vida sigue su camino.
(Marden Nóchez)
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