“Un manotazo rudo, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida”
MIGUEL HERNÁNDEZ
Una camionada de amaneceres,
un no respirar para que no huya el canario.
Un sudario sin estrenar para los nazarenos de frontera,
ansiosos de tocar las arenas movedizas del bienestar.
Un ramillete de silencios estallando en las manos inertes.
Una tabla con dibujos a yeso y nostalgia.
Una mochila acostumbrada al infierno.
¿Qué no daré?
Irma de la ausencia a largos tragos,
esta mañana el sismo te trae tan clara.
Grito, grito, y en la mudez tu risa,
pájaro que bendijo las andanzas locas,
días esos de tinta negra en el viento.
Le doy mi pan huidizo –mi luz indoblegable-
a tu corazón maravillado con lo que ya no viste.Mario Noel Rodríguez
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