30.1.12

La Carta

Revolviendo papeles
         encontré tu vieja carta,
y volvió angustiada mi nostalgia
sollozando en cada instante del recuerdo.
La releí despacio, en el filo de la noche,
y no decía lo mismo,
en mi ausencia, se vistió de mentiras piadosas
y se mudó de ropa…
y se cargó de alas…
Mejor sería
cambiar para siempre el remitente
o mandarme a dormir al cementerio
o que mis ojos apaguen sus bujías
para leer de nuevo tus mentiras.
Ahora comprendo…
Lo que más me hiere es soñar con tus encantos,
Y ahora quisiera…
cambiarme el corazón…
para no amarte tanto.


Márden Nochez

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