Realidad que debe ser atendida

Publicado en La Prensa Gráfica

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13 de Marzo de 2014 a la(s) 6:0 - Yanira Soundy

Organizaciones suecas dan cuenta de que en el mundo hay unas 650 millones de personas con discapacidad, de las cuales un 80% pertenece a América y vive en su mayoría en extrema pobreza. Para la UNESCO, de estas personas, 100 millones viven con discapacidad debido a desnutrición.

Del total de personas con discapacidad que vive en América el 80 %-90 % está desempleado. Ignorar esta situación es un obstáculo para el desarrollo. De los 115 millones de menores que no van a la escuela primaria en países en desarrollo, 40 millones tienen discapacidad.

Por lo anterior, debo señalar a los gobernantes electos de El Salvador que existe una responsabilidad social de incorporar a las personas con discapacidad en sus agendas para el desarrollo. Un 10 % de la población de cada país tiene algún tipo de discapacidad.

Para la Federación Mundial de Sordos, en el mundo existen alrededor de 70 millones de personas con “deficiencias auditivas”. Nuestro país no tiene un censo de PcD auditiva, pero se estima según fuentes periodísticas que tenemos aproximadamente a 200,000 personas sordas.

Según el CONAIPD con datos proporcionados por el Registro Nacional de las Personas Naturales, se maneja una cifra de 16,507 personas con sordera total y 29,593 con hipoacusia. Lo cual según ellos suma un total de 46,100 personas sordas salvadoreñas correspondientes al rango de mayores de 18 años, según información obtenida del 26 de noviembre a julio de 2009.

Es importante señalar que el dato no es confiable, pues no todas las personas con discapacidad auditiva o sordera tienen DUI.

Frente a esta realidad, surge la necesidad de hacer un censo nacional para saber cuántas personas con discapacidad hay en El Salvador, cómo están conformadas sus familias, cuántas personas tienen problemas de aprendizaje y crear programas para atenderles. Debe prevenirse el bullying y orientar la cultura de denuncia, apoyar la gestión de proyectos a organizaciones que luchan por los derechos de las PcD, mejorar los centros escolares de personas sordas y sus programas de estudio, fortalecer el Centro de Rehabilitación para Ciegos Eugenia de Dueñas, fortalecer la Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno tomando en cuenta las experiencias adquiridas por los padres y madres de familia. Capacitar a las PcD en herramientas tecnológicas: internet, computación, formas diversas de comunicación. Desarrollar la Lengua de Señas Salvadoreña: investigación, consenso, elaboración de material, registro. Insertar laboralmente a PcD.

Que las personas profesionales y docentes con discapacidad tengan garantizado un empleo en el gobierno según sus competencias y conocimientos, respetar su derecho a signar la lengua de señas de su elección salvadoreña, inglés o ambas según su deseo, desarrollar la Lengua de Señas Salvadoreña, crear el material pedagógico idóneo por materias y grados de estudio desde la parvularia hasta el bachillerato todo escrito y plasmado digitalmente en Lengua de Señas Salvadoreña incluso en un apartado especial en la web oficial.

También deben fortalecerse los programas de lectura para personas que tengan problemas de aprendizaje, incluir el programa de lectura fácil, desarrollar programas específicos a personas con autismo y personas con talentos únicos o genialidades. Apoyar a las familias de personas con discapacidad con microcréditos e inserción laboral, fortaleciendo sus asociaciones a fin de que sean personas promotoras del desarrollo social y educativo de sus hijos e hijas.

¡Solo así saldremos adelante si de veras anhelamos resolver este problema social de profundo raigambre humano!