2.1.13

LA EDUCACIÓN INCLUSIVA A LA QUE ASPIRAMOS.

Por Yanira Soundy

Los padres y madres de menores con alguna discapacidad, déficit atencional, problemas de aprendizaje, personas segregadas a razón de su género, condición social o económica, jóvenes con repitencia o sobreedad escolar, jóvenes sordos, ciegos o con problemas de movilidad integrados a sistemas regulares de estudio, sabemos la necesidad urgente que existe en nuestro país de respetar la Política de Educación Inclusiva y realizar los ajustes necesarios a toda la legislación y normativas relacionadas no sólo con el área educativa, sino con las áreas de salud, cultura, trabajo, deportes, comunicación, familia y seguridad social.

La educación tiene entre sus objetivos, desarrollar al máximo posible el potencial físico, intelectual y espiritual de las personas. Para lograr esto es necesario orientarla a la formación, propiciar el desarrollo de los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes y hacer que realmente exista una relación con la familia y la comunidad, centrando las acciones en estas. Es urgente tener una alianza escuela-territorio y escuela-cultura. 

No puede haber inclusión sino se reconoce la diversidad como una condición natural de todos los grupos humanos. Así los menores con necesidades individuales y especiales deben ser identificados y atendidos respondiendo a sus necesidades. 

El Salvador necesita una población estudiantil que sea formada con fuertes componentes humanísticos y científicos. Debe inculcarse a los jóvenes el espíritu de observación, investigación y en general el uso del método científico como una manera de estudio y análisis.

La inclusión educativa es necesaria y para lograrla se debe brindar oportunidades de acceso, permanencia y de aprendizaje efectivo en todos los niveles, esto supone la eliminación de las barreras institucionales, pedagógicas, curriculares, sociales y culturales que excluyen y discriminan. Deben generarse ambientes inclusivos basados en el respeto, la comprensión, la tolerancia y la protección de la diversidad y prestar todo el apoyo necesario y adaptaciones curriculares, para que las personas con discapacidad tengan una formación efectiva y los ajustes razonables en función de sus necesidades individuales. 

No podemos hablar de inclusión educativa sino se hacen las adaptaciones y ajustes curriculares apropiados. Por citar ejemplos: las personas sordas necesitan que se les enseñe lo básico de inglés, ya que no tienen una base de esta materia pues nunca la recibieron en las escuelas de sordos. En cuanto a las obras de literatura castellana que se leen desde séptimo hasta bachillerato, es necesario que los jóvenes puedan tener ayudas técnicas como resúmenes, análisis, videos con subtítulos, para lograr leer con más claridad los textos. En Química, Física y Matemática es necesario que reciban refuerzos o tutorías, para lograr comprender en lengua de señas todo lo visto dentro de sus aulas. Y para finalizar, también debe ser prioridad desarrollar profundamente las lenguas de señas que se signan a fin de poder contar con profesionales que puedan explicar los temas con claridad.

Para incluir es necesario conocer las necesidades de la población y tener capacidad para atenderlas: Braille, escritura alternativa, otros modos y maneras de comunicación aumentativos o alternativos, tutorías, apoyo entre pares, lenguas de señas, enseñanza de español escrito a las personas sordas, medios y formatos de comunicación apropiados, atención con métodos específicos a personas con problemas de aprendizaje, espacios accesibles, entre otros aspectos. Debe invertirse en la formación docente para lograr atender a la diversidad y en capacitar a la comunidad educativa para lograr el respeto a la diferencia con prácticas de conductas inclusivas.

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