Amante de la vida, dulces son tus besos, me saben a rica miel,
los anhelo cada día porque me hacen volver a vivir.
Son tus brazos los que me proveen de ternura y serena paz,
me abrigan y consuelan, calman los dolores de mi corazón.
En tus ojos encuentro mi universo y mi morada,
reposo en ti confiada con la esperanza del amor por ti plantada.
Amante de mi alma eres ese ser que me embriaga.
Me consumes y devoras sin faltarte probar nada.
Con espacio cerrado amontonas en un instante las caricias
y las vuelves canciones.
Con voz en cuello la súplica, el clamor,
más y más reclama este cuerpo mío.
Por: Rocío
1 comentario:
Necesito una dosis de esos besos sabor a miel, un tratamiento completo... estoy enferma de amor...
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